Continuamos nuestra ruta por Suiza conociendo en nuestro tercer día el Lago Blausee, uno de los más famosos y chulos de los Alpes, y la ciudad de Berna, una de las joyas de Suiza.
Si has llegado hasta aquí y no has leído los día anteriores, pincha aquí y no te pierdas nada.
DÍA 3:
Nos levantamos pronto en el alojamiento que habíamos reservado cerca de Interlaken, para intentar aprovechar al máximo el día.
Nuestro destino final era llegar a dormir a Basel, pero por el camino queríamos visitar el lago Blausee y la ciudad de Berna antes de que se hiciera de noche.
Cogimos nuestro coche de alquiler y pusimos dirección al lago de Blausee con algo más de 50 minutos de trayecto por delante y unas vistas increíbles.
Lago Blausee:
Se trata de uno de los lagos más conocidos y visitados de los Alpes Suizos. Su nombre se puede traducir literalmente como lago azul y es que el color de sus aguas es una autentica locura.
La entrada a este lago es de pago, y estacionar el coche también. Hay un parking justo en las taquillas de acceso donde deberás comprar tu ticket por 6€ que se pueden pagar con tarjeta. Una vez tengas el ticket deberás validarlo en los tornos que hay justo al lado.
Blausee es un lago muy pequeño pero con mucho encanto. Está clavado en las montañas junto a un río y dispone de algunos servicios como lavabos y cafetería pero también hotel y spa aprovechando el tirón.
Dentro de sus aguas hay mucha vida y una curiosa estatua. Además, hay una pasarela de madera que rodea todo el lago para poder visitarlo. Nosotros lo encontramos completamente nevado, lo que lo hizo aun más especial.
Berna:
Después de visitar el lago, pusimos rumbo a la ciudad de Berna.
Por si no lo sabias, Berna es actualmente la capital de Suiza y es donde se encuentra el Parlamento suizo. La ciudad está completamente rodeada por el rio Aar, lo que la hace aun más mágica. Sus calles presenta arquitectura medieval y esconde un montón de puntos chulos para visitar.
Llegamos a la ciudad y dejamos el coche aparcado en uno de los muchos parkings que hay en el centro. Lo primero que hicimos fue buscar un lugar para comer antes de que se nos pasase la hora. Coop es una red de supermercados muy famosa en todo Suiza y ofrecen todo tipo de productos además de alimentación. También disponen de algunos restaurantes tipo buffet y es una opción bastante económica teniendo en cuenta los precios del país. Comimos por unos 20€ incluyendo la bebida.
Käfigturm:
Por cierto, el centro de Berna está repleto de tranvías, asique tenlo en cuenta a la hora de ponerte a hacer fotos 🙂
Bundeshaus:
Justo al lado de la torre se encuentra Bundeshaus o Palacio Federal de Berna donde se encuentra el Parlamento de Suiza.
Una gran plaza da la bienvenida a este edificio tan chulo y de cupulas turquesas. La arquitectura de este edificio sorprende a todos los visitantes y además se pueden hacer visitas guiadas. La entrada al recinto exterior es gratuita y te recomiendo hacerlo porque guarda un secreto.
Hay un mirador al resto de la ciudad y al río Aar que merece mucho la pena. Nosotros tuvimos un día bastante gris y lluvioso y las fotos no hacen demasiada justicia, pero te lo recomendamos al 100%.
Torre del Reloj – Zeitglockenturm:
Se trata del símbolo de Berna, y es que esta torre es impresionante. Si te fijas bien, tiene varios símbolos característicos. Por un lado, los osos emblema de la ciudad, por otro lado, el sol y la luna. La torre también tiene un reloj astronómico de color rojo y el reloj principal en tonos dorados y negros.
Esta torre se encuentra en la principal arteria de Berna por lo que es el lugar perfecto para hacerse una foto. No te pierdas tampoco la fuente Zähringerbrunnen: una fuente presidida por un oso en honor al fundador de la ciudad.
Kramgasse:
Como ya has leído, esta torre se encuentra en la principal calle de la ciudad: Kramgasse.
La calle está completamente empedrada al estilo medieval y sus dos laterales están repletos de arcos. En su interior hay una gran variedad de tiendas con productos tradicionales, cafeterías, franquicias…. y hasta la antigua casa de Einstein en la década de 1900. Se encuentra en el 2º piso de este edificio y es posible visitarla para descubrir los muebles de la época, libros y fotos.
Recorrimos toda la calle hasta llegar a otro de los iconos de Berna, el puente Nydegg Bridge.
Nydegg Bridge:
Este puente es Patrimonio nacional de Suiza y ofrece unas vistas asombrosas de los edificios y tejados que transcurren a orillas del río Aar. Este río es navegable y es muy habitual hacer un recorrido por sus aguas que por cierto son de un espectacular turquesa.
Una de las principales cosas que hacer en Berna es cruzar el Aar y subir la colina que hay al otro lado en busca de las mejores vistas.
Rose Garden:
Como ya hemos comentado, el día estaba bastante gris y apagado y las vistas no fueron de lo más bonito, pero si echas un vistazo por internet verás que en un día despejado es una autentica maravilla con vistas al río, la ciudad de Berna y los Alpes de fondo.
Catedral de Berna o Berner Münster:
Ya de vuelta al coche aprovechamos para conocer la Catedral gótica de Berna. No entramos a su interior porque estaba cerrada y era de noche, pero si visitamos un precioso mercado de Navidad que instalan en la plaza frente a la Catedral.
Parque Kleine Schanze:
Este parque está situado en una colina de la ciudad junto al río Aar. Tuvimos suerte de encontrar el principal mercado de Navidad con un montón de puestos y ambiente.
A pesar del clima desapacible que tuvimos, la ciudad nos encantó. Merece la pena pasar por aquí un día y conocer todos sus puntos turísticos.
Después de conocer Berna, nos tocó volver a Basilea donde dormimos esa noche.
Continua leyendo el 4º día pinchando aquí.
Y hasta aquí el post con nuestras recomendaciones para conocer el lago de Blausee y la ciudad de Berna. Si tienes alguna duda no dudes en contactarme por email consultasbidaier@gmail.com por Instagram @bidaier o dejando un comentario aquí abajo. Suscríbete para no perderte los próximos post!
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